jueves, octubre 27, 2005

un GRAN instante para recordar...

Hoy es un buen día para recordar...

Ya que he culminado con mis estudios académicos, considero prudente hacer un recuento de los amigos, amores, aventuras, desdichas y traiciones que durante 20 años he dejado atras...

Preescolar...
Agradezco a esos tres niños que junto con mi sobrina ayudaban a costruir la ilución de una casa detrás de los salones de el jardín de niños "Niños Héroes de Chapultepec" con ellos aprendí que la compañia social no me agradaba tanto como la soledad y que me causaba gran entusiasmo el compartir mi tiempo junto a mí. Espero que ese niño que aquel día me tumbó de boca (mi primer caída provocada) se alla convertido en una persona amable y alla aprendido a pedir disculpas cuando sin querer hace llorar a un semejante con sus torpesas... (por cierto, gracias Paty por tu apoyo)

Primaria...
En mi mente siempre estará el recuerdo de Aurora, la joven maestra que me impartió clases en el primer y segundo año de primaria, de no haber sido porque su vida fue truncada por un accidente automovilístico, la culminación de mi año escolar se hubiera dado sin experimentar el temor por la muerte y sin lidiar con un trauma ante la angustiosa idea de que eso le pasaría tarde o temprano a mis seres queridos... mis amigas de esos días: Carolina, Alma Eva Angelina, Arcely, Eduardo, Bladimir y yo!

El tercer año mis traumas aumentaron, Ahora tenía que temerle a la idea de dar una respuesta erronea para no ser golpeado por el metro inmplacable del profesor Atalo Araujo (viejo perro) además, la tristesa de que el mismo señor me prohibiera la amistad de mi primer amor: Carolina... -¿Carolina qué? -pues no recuerdo, pero esa niña hacía que el levantarme cada mañana fuera menos detestable por el sólo hecho de pasar la media hora de recreo junto a ella hablando de la polémica religión de los "testigo de Jeová"

El cuarto año fue de nuevo mi encuentro conmigo, la maestra sabrina fue la responsable de entregarme mi primer y único diploma de aprovechamiento durante la primaria, si no había recibido más no era por ser mal estudiante, si no porque no se acostumbró sino hasta mi cuarto año de priamaria... mis amigos: Yo, Alma Eva Angelina, Aracely, Eduardo, Bladimir.

El quinto año fue excelente, llegó a mi vida el segundo amor: Janeth Jiménez Rendón, una estúpida mocosa engreía cuya función en la vida era convencer al mundo de que ella llegó para ser hermosa, hasta la coronita de periódico que la profesora Gloria no enseño a hacer me pareció una trabajo mágico a lado de ella... mis amigos: casi los mismos... mis enemigos: YO!

Y sexto año fue sólo el último escalón que tuve que subir antes de preocuparme por los nuevos compañeros… Nada importante pasó, sólo aprendí a callarme cuando los maestros hablan y eso fue gracias a Jesús Ayón (el maestro de ese año escolar) Mis amigos: Eduardo, Vladimir, Gino. Mis enemigas: el resto de la sociedad y yo

Secundaria…
Todo comenzó bien, nuevos amigos, nuevos maestros, nuevas formas de trabajar, nuevos traumas, más desmadre. El primer año fue difícil de asimilar, la idea de enfrentar al monstruo de la secu. se complemento con el temor al cambio (que siempre he tenido) Amigos: ¿tenía? Enemigos: Yo.

El segundo año me dio la oportunidad de conocer el amor por tercera vez. Se dio de forma inesperada y tan profundo como nunca antes lo había experimentado. Joanna fue la infeliz que me trajo como su criado cuando se sintió amada. Tuve la oportunidad de experimentar el cansancio terrible de caminar hasta el centro sólo por irme con ella (aún viviendo a pocas cuadras de la secundaria)

Preparatoria…
La prepa se convirtió en el lugar del autodescubrimiento… comprendí desde el primer año que siempre tuve miedo a estar acompañado, además, se hizo presente mi fobia a las alturas y a la oscuridad. En cuanto a mis amigos, no vale la pena recordarlos y mi enemigo era, en todos los sentidos YO.

El segundo año tuve la suerte de reconocerme a mí mismo como un adulto. Acepté que el ser humano es por naturaleza ser social y luche contra mi condición de huraño. Parte del proceso fue gracias a Lizeth, quien me mostró que hay distintos medios de expresión y comprendí (sin decírselo a nadie) que yo tenía el don del pensamiento y la escritura… No me considero poeta, pero creo que en ese entonces tenía gracia al escribir.

Y el tercer año… aaaah! Que dicha… fue el año que más disfruté. En ese año aprendí a ser sociable y ameno, asimilé lo duro rol del estudiante de comunicación. Comprendí que lo que me hacía realmente feliz podía encontrarse en la más insignificante de las cosas. Mis depresiones pasaron, el insomnio quedó atrás; ya hasta había aprendido a comprenderme y quererme. También aprendí que el mundo no está hecho a mi medida pero el aceptarlo era parte de la prueba que vine a superar. Entendí que la sociedad seguía siendo mi enemiga, pero era necesario serle hipócrita para ser parte de los “felices” y alimentar mis días con porciones irónicas de felicidad que se vendía como pan caliente en la “cajita idiota”

Universidad…
No vale la pena desglosar mis 5 años de carrera, sólo diré que entre las cosas que más me hicieron feliz están el reafirmar mis ideas, el conocer a personas que serán mis amigos el resto de mi vida, el conocer las dichas y desdichas del amor verdadero, y el compararme y dejar de cosificarme. Fue hasta la universidad que comprendí el valor de la vida, el valor de la religión y el de la familia… Hoy, al final del camino universitario me temo que estoy en el momento más pleno de mi existencia… y escribo “me temo” porque sé que lo que halla logrado hacer (emocionalmente) de mi persona será lo único que logre… ya estoy hecho y sólo me queda buscar mi evolución como persona y como ser social… Mi mejor amiga siempre dice: “¿Dónde estaremos en 10 años?” mi respuesta es y seguirá siendo: ¿Qué más da?

miércoles, octubre 19, 2005

Te he venido suponiendo...

Hoy escuche... "Entre pairos y derivas", me acordé mucho de ti...
¿Acaso tú me recuerdas?
En fin...
Good luck!

jueves, octubre 13, 2005

No hace falta

A veces es necesario hacerlo... pero no hace falta, ya está hecho...